Centrarse implica descartar para ganar
Interesante cuestión la que me hace Marta desde Huelva y que, como siempre con su permiso, comparto en forma de post. Tras más de dos años en desempleo ha decidido emprender su idea y está desarrollando su experiencia corporativa. Se trata de una tienda de lencería femenina.
Una vez averiguado el target, está definiendo los valores de la experiencia corporativa. Me pregunta si erotismo y sensualidad pueden formar parte de ella y mi opinión al respecto.
Pues por supuesto que sí, Marta. Como valor de la experiencia corporativa puedes escoger cualquier cosa que quieres hacer sentir con ella. Me comentas en tu correo que quieres especializarte en lencería para que la mujer se sienta sexy y guapa por dentro con ella. Por tanto, son dos valores que encajan perfectamente con tu experiencia corporativa.
Ahora bien, no debes perder de vista en ningún momento el target. Obviamente hombres y mujeres no somos iguales y tampoco tenemos el mismo concepto de lo que es «sexy» o del erotismo. Tu target, como me comentas en tu consulta son chicas. Los elementos de la experiencia que destines a evocar «erotismo» deben estar centradas en ese erotismo femenino. No es lo mismo sentirse guapa que el que te vean guapa. No es lo mismo sentirse sexy, que el otro sexo sienta que lo eres.
En tu caso, como quieres enfocar tu negocio en que ellas se sientan guapas, olvida esos elementos que me planteas en centrados en que el chico vea guapa a la chica. Estamos de acuerdo en que el sexo masculino que quiera hacer un regalo es un cliente interesante. Pero no es el tuyo. Es decir, debes centrarte, como digo, en ellas. Lo cual no quiere decir que no vengan chicos a comprarte para regalar. Si saben que a ellas les gusta comprarte, para regalar irán a comprarte. Centrarse en un target implica que toda tu empresa girará en torno a él, el resto de posibles clientes, vendrán de manera indirecta.