Tuenti cierra con 20 millones de usuarios, no de clientes
Ese es el motivo por el cual Tuenti, la red social que durante un tiempo pensó incluso en hacerle sombra a Facebook en España, acaba de anunciar que echa el cierre. Y no es por falta de actividad.
Más de 20 millones de personas usan Tuenti, pero una cosa es tener usuarios y otra tener clientes. Un número grande de usuarios quizá sirva para que otros pongan sus ojos sobre ti y te compren, que quizá ese era el objetivo de sus creadores. Pero, como cualquier empresa, para que sea sostenible en el tiempo tiene que tener un modelo de negocio. Tiene que tener clientes.
Misma obsesión que muchos usuarios en redes sociales que pretenden dar cuenta de su influencia con la cantidad de seguidores que tienen y la cantidad no lo es todo. Hay personas con miles de seguidores que no son leídos. Hay cuentas de empresas con varios cientos de miles de usuarios y un porcentaje de clientes entre esos seguidores que no llega al 0,5%.
¿De qué sirve tener una legión de personas pasando por la puerta de tu tienda si no vendes a ninguna? Por mucho interés que cause, los gastos se pagan con ingresos, no con paso de gente. El motivo de fracaso de muchas startups, es precisamente este. Centrarse en el desarrollo del producto pensando en el producto, no en el potencial cliente.
Facebook tiene millones de usuarios, pero un modelo de negocio claro basado en la publicidad. Les costó darse cuenta que de usuarios no se vive y pasó una travesía en desierto que supieron resolver. Problema, precisamente, que tiene otra famosa red social como es Twitter. Excesivamente centrada en el servicio al usuario y, de momento, todas las formas de mostrar publicidad que ha encontrado son rechazadas por el usuario, lo que le está haciendo pasar serios problemas al no convertirse en un negocio rentable. La misma situación que ha llevado a los propietarios de Tuenti a echar el cierre.
Ideas hay muchas, negocios no tantos. Muchos emprenden una aventura empresarial con una idea clara de un producto, pero no de cómo, a quién y para qué venderlo. Hay una creencia generalizada y es que si algo es bueno, se vende solo. Si fuese así, no se hubiese impuesto el VHS al Beta o el CD al Minidisc. Si fuese así, quizá llevaríamos tiempo usando vehículos sin motores de combustión y una marca no vendería más que otra por el hecho de ser esa marca. Más importante que tener un producto es saber cómo y a quien venderlo.