El peligro del marketing vacío
Fabricantes de frigoríficos que venden como alta tecnología unos agujeros «extra» en un cajón. Fabricantes de móviles que venden como últimos avances app que no son suyas y se pueden instalar en cualquier terminal. Fabricantes de zapatos que venden un nuevo material que solo es el mismo de antes cambiando el color. Y así, seguro que podemos llenar una larga lista de ejemplos que todos tendremos en la cabeza.
Así luego nos quejamos de que todo lo relacionado con el marketing, con «neuro» o sin él, tiene un cierto tono despectivo en nuestra vida diaria. Las cosas no suelen tener tono peyorativo por gusto. Y por mucho que nos quejemos que el marketing no «vende motos» sino que detecta necesidades, cada vez que se usa esta práctica se va todo el argumento al garete.
Recordemos lo fundamental para fidelizar. Fidelización es incompatible con decepción. Si vendes como alta tecnología algo que realmente no lo es, lo más probable es que ese cliente no vuelva a comprarte. Pese a que no tiene ventajas, aún hay quien sigue pensando que de lo que se trata es de vender y punto. Bueno, siempre tiene que haber con quien compararse para saber la diferencia entre quien triunfa y quien fracasa.