¿Por qué todo a última hora?
Es una pregunta que nunca dejaré de hacerme. Es normal que en alguna ocasión nos pille el toro y estemos corriendo a última hora. Pero es que por desgracia lo normal es que nos pille el toro siempre. En cada proyecto, en cada venta, en cada entrega, todo corriendo que se nos pasa el plazo.
Bien que hay cosas que no hay más remedio que hacerlas así. Pero es que hay otras que sabemos con meses de antelación y decimos ¡si todavía queda un mes! Hasta que quedan dos días y ahí ya vamos agobiados.
Hay que planificar todo lo planificable. Nos quejamos de que siempre vamos corriendo a todas partes, pero es que la única solución que existe es planificar. Haciéndolo reduces esa presión que tienes siempre porque no llegas. Que tendrás que hacerlo en alguna cosa, pero no en todas.
Si un proyecto tiene veinte cosas que hacer, planificando tendrás para hacerlas semanas, sin hacerlo las tendrás que hacer todas en unos días. Todo son ventajas, sin embargo es el gran mal de la empresa en España.