Si en estos años se ha visto deteriorada la imagen de un sector, este es el financiero. Cajas y bancos han pasado de ser marcas valoradas y apreciadas (en general), a ser percibidos como grandes responsables de los años económicamente convulsos que hemos vivido.

En este panorama dos de las empresas más conocidas y mejor valoradas en el mundo, Facebook y Google empiezan a hacer sus pinitos en USA como entidades bancarias. Son dos empresas que mueven un volumen muy importante en pagos electrónicos y no quieren perder su parte del pastel. De momento la incursión en el mundo financiero empieza por tener sus propias plataforma y medios de pago para canalizar a través de ellas los que sus clientes hacen en sus diferentes webs.

Pero parece ser que este es solo un primer paso y que ambas estarían estudiando el ofrecer servicios más propios de un banco tradicional, pero al «estilo Facebook» o al de Google. Qué hay de cierto en todo esto es algo que veremos con el tiempo. Pero aparte de su experiencia tecnológica, que no es poca, ambas empresas tienen algo que los bancos llamemos tradicionales han deseado tener toda su vida, un conocimiento profundo del comportamiento del consumidor.

Los bancos se limitan a la información personal que tienen de nosotros y a nuestros hábitos de compra realizados con la tarjeta. Fuera de ahí poco conocen. Sin embargo Google sabe qué cosas nos interesan, pues las buscamos en su buscador. Sabe con quién nos relacionamos si usamos Gmail. Sabe dónde nos movemos si tenemos un teléfono Android y las App que nos descargamos. Facebook sabe nuestros intereses, sabe donde estamos y qué queremos y quiénes son nuestros amigos. Un conocimiento profundo que ayuda y mucho a ofrecer, incluso a diseñar, los productos adecuados para las personas adecuadas. Algo que cualquier entidad bancaria y, en general, cualquier empresa desearía saber ya no sobre sus clientes, sino sobre su mercado potencial. Pues tanto Google como Facebook tiene toda esa información de personas de las personas que usan sus servicios de pago… Y de las que no.

De entrada parten con una ventaja enorme. El conocimiento del cliente siempre lo es. Y la experiencia en banca se adquiere rápido, basta con fichar a personas clave con trayectoria en el sector. Sin embargo no es posible tener ese conocimiento profundo contratando a alguien de Google o de Facebook.

Sean rumores fundados o no, lo cierto es que por lo menos en el negocio con particulares, esta nueva banca parte con ventaja, y no es pequeña.