Whatsapp: sin miedo a reinventar
Mark Zuckerberg fundador de Facebook, empresa propietaria, entre otras, de la famosa plataforma de mensajería Whatsapp acaba de anunciarlo. Será gratis para siempre. Elimina su única fuente de ingresos, la suscripción anual de menos de un euro. No más prórrogas, no más pago un año y me renuevan dos, simplemente, se acabó pagar por usarla.
Esto que es una buena noticia para los más de mil millones de usuarios de la plataforma (que se dice pronto), plantea una duda… ¿Y de qué va a vivir esta empresa? Está claro que de las suscripciones no vivía, arrastraba pérdidas desde hace tiempo. La app es un éxito, pero de momento no es un gran negocio. El fundador de la popular red social ha anunciado que tampoco insertará publicidad en los chats, otra buena noticia, pero seguimos con la misma pregunta ¿de qué va a vivir?
Whatsapp quiere convertirse en una plataforma de servicios B2C, una plataforma que comunique a empresas (que pagarán por ello) con clientes finales. Algo que ya se hace, el restaurante de la esquina ya te facilita su número de whatsapp para que hagas las reservas a través de este medio. La plataforma del globo verde se plantea reinventar servicios como este, ofreciendo una aplicación más profesional para este y otros servicios. Quizá la posibilidad de usar whatsapp con un número corto o que varios responsables de atención al cliente puedan monitorizar un mismo número desde una aplicación de escritorio.
O sea, darle la vuelta a la tortilla, buscar un modelo de negocio que haga rentable la aplicación. En un primer momento, la app nació con un modelo de negocio claro: encontrar un comprador. Tras convertirse en la aplicación de mensajería más popular fue adquirida por Facebook. Ahora llega el momento de convertirla en un negocio rentable. Y para ello busca un giro de 180 grados. Arriesgado, pero necesario.
Veo continuamente muchas Pymes que se quejan de arrastrar pérdidas desde hace mucho tiempo. Algunas incluso hasta el punto de llevar varios años gastando más de lo que ingresan dejando a la familia que está al frente descapitalizada y muchas veces en una situación comprometida. Necesitan cambiar, pero no están normalmente dispuestas a asumir el cambio. Paradójico, si sigues igual estarás peor. Si cambias, al menos tienes la esperanza de mejorar. Pero la primera reacción es seguir igual por miedo al cambio. Y el primer trabajo que hay que hacer con ellos es superar el miedo al cambio.
El que no arriesga no gana. La palabra empresa lleva en su esencia otra: riesgo. Más o menos, pero riesgo. Es normal tener miedo a lo desconocido, pero si no lo superas nada cambiará. Seguirás en pérdidas. Si quieres futuro, asume los riesgos que conlleva.