¿Dónde queda el cliente en la visión de tu empresa?
Desde hace algunos años, se habla de misión, visión y valores en la empresa. Es decir, la forma que la empresa tiene de entender el mercado en el que opera, hacia donde camina y lo que aporta a este.
El problema es que, aunque parezca mentira, nos olvidamos del cliente. Así, unas veces misión, visión y valores son tres palabras acompañadas por un texto que se escribieron para hacer un documento, o una web y jamás se pone en práctica. Y lo que es aún peor, en muchas ocasiones se plasma la visión, visión y valores de la compañía, pero al margen del cliente.
Misión, visión y valores no es algo que se debe redactar en un despacho sin contacto con la realidad. De qué sirve querer llegar a un punto si tu mercado, la vida real de la empresa, no te permite llegar a esa meta porque, simplemente, está en un sitio diferente. El problema es que muchas veces nos empeñamos en hacer marketing de despacho. Hacer un plan de marketing encerrado entre cuatro paredes, a partir de datos extraídos de externos, es una completa pérdida de tiempo.
Del mismo modo en que no sirve tener un plan de marketing por decir que lo tengo, pero que en ningún modo es una guía del funcionamiento del día a día en una empresa. Tampoco sirve de nada tener una misión, una visión y unos valores si en su confección no se ha tenido en cuenta al target.
No es sentarse una tarde a redactarlos porque los necesito para la web o porque me han dicho que debo tenerlos. Los tres, misión, visión y valores deben nacer de la relación entre cliente y empresa.
Por eso, en Neuropymes no hay ningún apartado específico para escribir ninguno de los tres. Sino que los tres nacen del propio target. Orientarse al cliente significa que la razón de ser de la empresa es el cliente y, por tanto, todo nace del cliente y no a la inversa, como se venía haciendo hasta no hace mucho tiempo. Seguir haciéndolo así, es seguir usando un modelo desfasado que ya no responde a lo que cualquier cliente de hoy espera de una empresa.