Cuando la motivación no genera valor para tus clientes
Ahora que está de moda emprender, hay tertulias de emprendedores hasta en algunos canales de televisión. El otro día, en una de ellas escuchaba a alguien decir: «Yo emprendo para vender la empresa, hacerme rico y dejar de trabajar». A lo que inmediatamente pensé, pues entonces tienes muchas papeletas para fracasar.
Caminar cada día con la ilusión de triunfar es algo imprescindible para lograrlo. Pero si tu ilusión es hacer que la empresa valga más de lo que vale para lograr venderla por un precio que te retire, mejor juega a la lotería, tienes más probabilidades. Que sí, que mira Facebook y Twitter y Google y muchas otras, sí. Pero ¿alguien sabe por cada una de estas cuántas quedaron en el camino? Mejor no pensar esa estadística.
Aunque en lo que sí vamos a pensar es en esas empresas que he puesto de ejemplo. ¿Cuántas de esas fueron creadas porque sus emprendedores quisieron venderlas y retirarse? Ninguna. Es más, a estas alturas de la película podrían retirarse perfectamente, no solo siguen al frente de ellas, sino que se emprenden nuevas aventuras empresariales.
Si quieres triunfar, pon ilusión en tu proyecto. No en venderlo. En vivir de él. En generar valor, pero valor real, valor para ti, pero sobre todo valor para tus clientes. Eso no quita que busques inversores. Pero no inversores para ayudarte a pasar el tramo hasta venderla. Inversores que te ayuden a convertir tu idea en realidad. En plasmar tu proyecto para ayudar y crear beneficio para tus clientes. Entonces, lo mismo un día alguien viene y te ofrece comprarte todo o parte de la empresa, aunque quizá lo que no quieras es venderla entera. Mientras tanto, no pienses en vender, piensa hacer la vida más fácil a tus clientes.