Enseñar qué haces bien no es suficiente
Cuando llegamos a la F del DAFO, la de Fortalezas, señalamos todo aquello que sabemos hacer y que hacemos bien. Esto es uno de los pilares en los que basar luego nuestra estrategia, porque si nos apoyamos en lo que hacemos mal, no hace falta decir qué pasará.
Una vez que sabemos lo que hacemos bien lo mostramos, le decimos al cliente qué es lo que sabemos hacer mejor que los demás y por qué debe comprarnos a nosotros, pero claro, al hacerlo también se lo estamos diciendo a nuestra competencia.
No podemos diseñar una estrategia para comunicar solo a clientes y no a quien no nos interesa. El mensaje lo recibirá cualquiera que sea receptivo y no dudes que tu competencia lo está, igual que tú debes estar atentos a sus movimientos.
Con lo cual, también le estamos diciendo qué hacer para hacer las cosas tan bien como nosotros. Entonces, … ¿Qué hacemos?
La respuesta es fácil, no conformarse simplemente con hacer bien lo que haces bien. Sino tratar de hacerlo aún mejor. Así, si cuando tu competencia llegue a tu nivel tú ya estarás dos o tres pasos por delante.
La F de fortalezas no debe servir para regodearse en lo buenos que sois y lo que os diferencia de los demás, sino debe servir para buscar la forma de como ser aún mejor en eso que ya eres muy bueno.