Haciendo trampas al solitario con los smartphones
Son muchos los informes que muestran que España es el país con mayor penetración de smartphones de Europa. Lo que da pie a emprender muchos negocios centrados en este tipo de dispositivos pensando que hay mucho mercado. Pero en realidad no lo es.
Puede que el nuestro sea el país con mayor número de teléfonos inteligentes, pero no es el país con mayor número de personas usando de estos dispositivos. Si nos remontamos unos cinco o seis años atrás descubriremos dos de las claves de este hito nacional.
Hasta hace poco tiempo (y aún siegue siendo así en muchas) en las empresas estaba restringida la navegación a Internet solo a algunas páginas. En la mayoría no se podía acceder a redes sociales ni a portales online. Pese a que el trabajador, usuario de tecnología quería estar conectado. El smartphone era una forma de poder acceder a este tipo de páginas y contenidos dejando sin efecto la restricción de los equipos de la empresa. Esta es la primera clave.
La segunda es la misma por la que cuando se liberalizó el mercado de las telecomunicaciones móviles, al poco tiempo casi todo el mundo tenía teléfono móvil. Las operadoras lo daban gratis, igual que hoy los smartphones.
Sin duda ha habido otros, pero estos dos han sido fundamentales para alcanzar el récord de ser el país del viejo continente con mayor número de teléfonos conectados. Pero ¿los usamos como lo que son? La mayoría no.
Pensemos en el uso que le damos a estos dispositivos o el que le da la mayoría de los que tenemos alrededor. El mismo que hace 10 años. Llamar por teléfono y enviar mensajes, solo que ahora esta última función se hace con algo llamado whatsapp, que ha sustituido a los SMS por ser «más baratos», argumento que también podríamos discutir, pero será en otra ocasión.
Luego cuando en el plan de negocios de nuestra empresa decimos que la base de usuarios de nuestra app es de no se cuantos miles y que es una gran oportunidad porque nuestro país tiene más terminales de este tipo que ningún otro, estamos haciendo trampas al solitario. Porque la mayoría de estos usuarios no llegarán a instalar ninguna otra app que no tenga un teléfono blanco sobre bocadillo verde.
Lo importante no es el número de unidades vendidas, sino cuantas de ellas se usan de verdad. Pero lo mismo ocurre con lo que vendes en tu empresa. Lo importante no es la cantidad que has logrado que tus clientes compren, sino si además de eso la usan correctamente. Porque lo que te va a ayudar a fidelizar es lo segundo. Si no, tienes una probabilidad muy alta de que tras la venta de una cifra importante, ya no vuelvas a alcanzarla. Lo importante no son los números, sino saber qué número es el que tienes que leer, porque números siempre hay para argumentar lo que piensas y lo contrario.