Haz que merezca la pena
Hace unos días me encontraba con un grupo de emprendedores que me pidió un consejo para llevar a cabo su idea de negocio. Y les dije, lo que creo que debe ser la idea central de todo emprendedor y que hoy comparto con vosotros.
Emprender es arriesgado, puede que no salga bien, pero si el camino del desarrollo de la idea ha merecido la pena, entonces el trago es menos amargo.
Pero igual que tiene que merecer la pena para quienes lo emprenden, tiene que merecer la pena para quienes disfrutan de él. Para los clientes. Si los clientes disfrutan de tu negocio, si les merece la pena ser clientes vuestros, entonces si vuestro modelo de negocio fracasa, muchos de esos clientes lo serán en otros proyectos que emprendáis.
Por eso, cuando este grupo de emprendedores me preguntó, mi respuesta fue: Haced que merezca la pena. Que merezca la pena para vosotros y que merezca la pena para vuestros clientes. Si lo que haces no merece la pena para alguno, entonces tu idea no está lo suficientemente madura como para emprender.