La competencia y la experiencia corporativa
Hace poco veía como una empresa perdía un cliente por atacar a la competencia delante del cliente. Pero una cosa es querer ser la elección del cliente y pretender serlo desprestigiando, tal y como veíamos en Neuropymes en el capítulo 13.
Para que no ocurran situaciones como las allí descritas, deberíamos definir cómo vamos a hablar de nuestra competencia y en qué términos e incluirlo en el manual de experiencia corporativa.
Y por supuesto, ser competencia no implica no hablarse, llevarse mal o intentar hacerle la zancadilla. Competís en el mismo mercado sí, pero también tenéis intereses comunes. Si un ayuntamiento, por ejemplo, va a sacar una normativa que os perjudica, si os lleváis bien haréis más presión yendo juntos que por separado.
No se trata de pisar al otro, sino ser mejor opción para el cliente. Y acepta que no todos los clientes te van a preferir, algunos preferirán la experiencia corporativa de tu competencia. Nunca llueve a gusto de todos. De lo que se trata de ser la opción de muchos y cada vez de más, pero nunca se puede ser la de todos.