La diferencia entre estar o vender diademas luminosas de Pokemon
Tenemos más herramientas que nunca para tener una relación contínua y fluida con el cliente, pero no sabemos usarlas. En resumen eso es lo que pasa en la mayoría de las empresas ya sean pequeñas o grandes.
¿Se puede vender en redes sociales? ¿Hay alguien que venda en ellas? Estas son las preguntas que se hacen todos los que venden por canales más tradicionales cuando les plantean abrir canales en Internet. Sí, hay gente que vende en ellas, sí. Pero la respuesta no es esa. La respuesta es ¿y qué más da?
Hablar con el cliente no es enviarle una encuesta que nadie responde de verdad y encima nos cuesta un regalo para incentivar que alguien participe diciendo lo que cree que debe decir y no lo que piensa. Para saber lo que el cliente piensa no hay que preguntar. Hay que estar simplemente.
¿Cuándo sabes la opinión de alguien acerca de algo? Cuando en una conversación natural sale el tema y este te lo cuenta. Para saber lo que piensa tu cliente, tienes que estar donde él está, pero si piensas en ir vendiendo, pues no solo no te harán ni caso, sino que además no te enterarás de lo que tu cliente busca.
Imagina que estás en un bar charlando tranquilamente con un amigo. De repente alguien interrumpe la conversación ofreciéndote algo que ni te interesa y que nunca comprarías. No solo no compras, sino que posiblemente te moleste la interrupción. Tus clientes en redes sociales están en el bar y el vendedor que interrumpe eres tú.
Otra cosa distinta es estar en el bar, charlando como uno más y en un momento dado a alguien que busca lo que tú vendes, le dices que lo tienes. A lo mejor hasta vendes. Pero por el camino sabrás perfectamente lo que tus clientes quieren y piensan. Ahí está la utilidad y no en la venta. Pero claro, si las redes te las lleva alguien externo con el que solo hablas cuando tienes que pagarle o ni eso, tampoco sirve de mucho.
En un tiempo en el que las empresas que no se centren en el cliente quedarán en un segundo plano, si es que quedan, no nos podemos permitir el lujo de dejar de lado el sitio donde hablan con naturalidad nuestros clientes. Ojo, que puede ser que tus clientes no estén en redes sociales, sí hay gente que no está ni estará. Pues si la mayoría de tus clientes no están, también tienes que estar. Pero para esperar a que lleguen. Para ser el primero en recibirlos. Aunque con menos esfuerzo que en otro caso, claro. Pero para todo esto hay algo imprescindible, que a veces se nos olvida: Saber quién es tu cliente.