Ni salir en prime time en una de las grandes cadenas de televisión te va a dar el retorno que te daba en los años en el que no existía este medio a través del cual me estoy dirigiendo a ti, ni una cuña de radio es una televisión local tiene un retorno inmediato y directo. El problema no está en que haya muerto la publicidad, sino que tenemos una idea muy equivocada de cómo usarla.

Lejos quedaron los tiempos del retorno inmediato. ¿Ignoramos la publicidad? No, ignoramos la que no nos gusta o no nos interesa. Cuando alguien que ya es cliente tuyo, ve u oye un anuncio tuyo, le gusta. Incluso si en el anuncio lanzas una oferta mejor que la que el tiene, llama y se queja. Y tú pensando que la ve quien no tiene que verla. No, es que es que te ayuda a estar presente en la mente de tus clientes. Te echa una manilla para fidelizar. Pero te trae pocos. Y eso no es porque ya no sea efectiva, sino porque su uso es diferente.

A nadie se le ocurre abrir un blog y que al día siguiente te lluevan los clientes. Sin embargo, todo el mundo piensa en hacer un anuncio en radio y que sí que lo hagan. Son medios diferentes, pero el mismo objetivo. Si esperas otra cosa, te apuntas al carro de frases como que la publicidad ha muerto. Y está más viva que nunca, si sabes para qué usarla. Porque solo así sacarás partido de ella.