Últimamente he traído algunos ejemplos de lo que no hay que hacer en publicidad, hoy os traiga una idea muy buena. Se trata de la última campaña de Toyota, en la que te invita a que, a través de una app de realidad aumentada, escanees un Toyota y descubras «lo que hay en su interior».

Una manera de llamar la atención no solo sobre la marca, sino sobre todos los coches del fabricante que hay por la calle, para todos aquellos que aún siguen pensando que no es una marca muy implantada en España.

Integración con el target, llamada a la acción, una gran idea. Claro, que entiendo que podrías decir, hombre, esto está muy bien para un gran fabricante. Yo no tengo presupuesto para hacer una app de realidad aumentada ni para lanzarla al nivel que Toyota. Pues efectivamente, seguramente no lo tengas, pero tampoco lo necesitas.

No hace falta disponer de presupuesto para llevar a la práctica esta idea. Qué tal si colocas un QR, que es gratis, y le das algo a tus clientes si vienen con el sitio al que te lleva el código en el teléfono. O haces folletos de publicidad y los repartes y pones el QR en ellos dándoles algo a todo aquel que venga a tu negocio con el sitio al que lleva el QR en pantalla.

No es un problema de presupuesto, el que tenemos habitualmente es un problema de imaginación.