Si te va mal en las ventas físicas, te irá mal en las virtuales
Hace unos días me comentaban, bueno, como yo tengo una tienda on line, no tengo que preocuparme por dirigirme en concreto a ningún segmento de cliente, como todos están en Internet, todos pueden entrar. Craso error.
Que todo el mundo navegue en Internet no significa que todo el mundo quiera entrar en tu página y menos comprarte. Lo harán aquellos a los que le atraiga lo que vendes y, sobre todo cómo lo vendes. Lo harán aquellos a los que les interese el producto, el precio y le inspires la suficiente confianza como para comprar en tu web. Lo harán aquellos que sientan que están haciendo una buena compra. Entonces… ¿Qué diferencia hay entre esta compra y la de una tienda física?
Respecto a lo que tienes que transmitirle al cliente, ninguna diferencia. Es más, en la online es más complicado porque físicamente no está cerca ni tuya ni de nadie con quien pueda interactuar. O sea, es más difícil vender en una tienda virtual que en una presencial. Y aún hay quien como le va mal en la tienda física, abre una virtual para vender más… Y lógicamente termina vendiendo igual de poco o menos.
Significa esto, que el que tengas una tienda virtual hace que se aún más importante centrarte en un perfil de cliente concreto, para aumentar tu eficacia en tu comunicación. Para aumentar tu eficacia para atraer más clientes. Porque, a priori, todo es más difícil. Es más barato abrir una tienda virtual, sí. Pero no es más sencillo. Requiere más dedicación, más esfuerzo y, sobre todo, más comunicación centrada en el cliente, aunque pueda parecer lo contrario a simple vista.