A qué tú también has escuchado eso de que «yo, hasta que no me tomo el café no soy persona». El desayuno es un momento importante del día y muchos no pueden ni pasar sin él. Sin la activación que éste supone. Otros hacen deporte a primera hora de la mañana. Otros tienen un momento de reflexión, bueno y otros simplemente se desesperan en el atasco. Es cuestión de aprovechar el tiempo. Lo cierto es que para la mayoría de las personas hay un momento en la mañana en el que parece que nos sorprende el despertar, porque estábamos levantados, pero no despiertos. Pero… ¿y tú empresa, cuándo se despierta?

Es buena costumbre, además de ese momento de activación personal, tener el momento de activación empresarial. Ese momento de maitines, con el café o sin él, pero que sirve para organizar y marcar los objetivos del día y revisar los del día anterior. Ese momento del despertar de la empresa, pero despertar a un día planificado.

Para los que tienen el día con citas concertadas desde tiempo antes (aunque sea un día antes) ¿no estaría bien planificar qué hacer o en qué pensar en los desplazamientos? ¿No has tenido nunca la sensación de que un día lleno de reuniones es un día improductivo? Marcar a primera hora de la mañana objetivos para esos momentos, aunque simplemente sea pensar, planificar cosas, seguro que ayuda a eliminar esa sensación.

Nos falta planificación y nos quejamos de que no tenemos tiempo para planificar. No se trata de tener tiempo, se trata de hacerlo. Nadie va a venir a regalarte tiempo, los días seguirán siendo de veinticuatro horas. Si no tienes tiempo para algo es porque has decidido que harás otra cosa en lugar de esa. Ahora piensa ¿no le vas a dedicar tiempo a planificar? Pues entonces, ya sabes lo que pasará. Si tu empresa no se toma el café estará siempre dormida.