Pues no hace tanto tiempo de eso, hasta no hace mucho se decía que en las salas de espera del dentista o de los médicos había siempre revistas atrasadas. Hoy son muy actuales, porque no hay revistas, hay wifi.

Bueno, en todas todas, no. Pero poco a poco las revistas van desapareciendo y la wifi apoderándose de estas habitaciones. Es la evolución natural de los tiempos. Si hay días en los que uno ve el telediario y le parece que están hablando de acontecimientos de hace un mes, mucho más cuando uno tiene entre manos una revista de hace dos o tres semanas.

A la prensa le han adelantado los tiempos y no saben ni por qué lado y andan un poco despistados preguntándose por qué cada vez venden menos y tienen menos anunciantes. Y la respuesta la tienen en las salas de espera. Pero no quiero hablar hoy del modelo de la prensa, que de eso ya he hablado otras veces. En lo que sí quiero detenerme es la insistencia de que lo digital forma ya parte de nuestras vidas. Que no hay un marketing online y uno offline, que hay marketing a secas y diferentes canales y herramientas. Y como tales hay que integrarlas y aprovecharlas en su conjunto. No por independiente.

Es un error tener una estrategia de marketing online y que esta no vaya integrada en la estrategia global de la empresa. Es un error que quien se encarga del marketing online no esté dentro de la empresa o en íntima relación con ella. Está muy bien que haya empresas especializadas en marketing online, pero muy equivocadas cuando trazan la estrategia en Internet sin haber tenido en cuenta ni la estrategia global de la empresa ni la experiencia corporativa de la misma. El marketing online no es nuevo marketing, son herramientas muy útiles a integrar con el resto.