Es más que recomendable que el nombre del dominio coincida total o parcialmente con el de nuestra marca. Lo normal es que el cliente busque en Internet la marca, por lo que si el dominio coincide con ella será más fácil posicionarlo en buscadores.

Si estamos en proceso de construir el nombre de la marca, el que el dominio esté disponible puede ser un criterio para decantarse o no por uno de los candidatos.

Tampoco es bueno hacer escoger un nombre para la marca solo porque el dominio esté disponible, hay otros criterios más importantes, aunque el dominio también lo sea.

Por eso, a los pasos que se indican en Neuropymes (libro) para buscar el nombre de la marca, le podríamos añadir, al final, uno adicional que sería ¿está disponible el dominio?

¿Por qué no ponerlo en primer o entre los primeros lugar y agregarlo al final? Porque lo importante no es el dominio, sino el cliente. De qué te sirve tener un dominio si donde tienes que estar es «en la cabeza» de tu cliente para que te compre. Los pasos anteriores buscan precisamente eso, tener en cuenta al cliente por encima de todo. Si una vez tenemos los candidatos finales, uno de ellos no tiene dominio disponible y los otros sí, entonces descartaremos el que no lo tiene.