Vender más no es sinónimo de ganar más
Un error muy frecuente en las empresas es pensar que una acción que funciona en un negocio se puede aplicar en otro. Es lo que hacen hoy muchos gimnasios, cavando su propia tumba.
Desde hace tiempo, el modelo low-cost ha llegado a este sector. Estableciendo un modelo como el de las compañías aéreas, en los que pagas exactamente por los servicios que quieres tener, varias cadenas en España están creciendo con éxito con una cuota mensual muy baja, en torno a los veinte euros por sus servicios básicos.
Claro, los gimnasios que hay en las ciudades donde han desembarcado estas cadenas ven reducido su número de socios y se lanzan a la guerra de precios, pero manteniendo su modelo de negocio. Y es que para vender low-cost, hay que tener un modelo low-cost. Si no lo eres y simplemente bajas tu precio, será la ruina.
Los gimnasios dicen, bueno, los supermercados bajan precios, viene más gente a comprar y ganan más porque tienen más ventas aunque tengan menos margen. Cierto, pero es un modelo de negocio completamente distinto al de los gyms. Los costes de funcionamiento de un supermercado, son más o menos los mismos si entra más gente o menos. Sin embargo en un gimnasio no.
Cuantos más socios tiene un gimnasio más aumentan sus costes de funcionamiento y encima se ha reducido el margen de beneficio. Es decir, que cuanta más gente va a al gimnasio, más aumenta el coste por usuario. En el supermercado el cliente puede comprar tomates, leche, huevos, … En un Gym, solo puedes ir al gym, estás pagando por ir. Salvo que tengas un modelo low cost en el que reduces costes y servicios al mínimo y si quieres más lo pagas, cada usuario nuevo aumenta tu coste de funcionamiento y si su cuota no los cubre, pierdes más dinero cuantos más clientes tienes. Y encima, como necesitas muchos usuarios, das un servicio peor y estos están deseando irse.
Por eso, simplemente reducir precios para tener más gente no es sinónimo de hacer más ventas y este es un ejemplo.