La imagen corporativa no debe estar centrada en el producto
Los que sois lectores del libro (Neuropymes, Pirámide (Grupo Anaya) 2013) lo tenéis claro, al menos eso me parece por lo comentarios que me hacéis. Sin embargo los que seguís el blog parece ser que no tanto, por eso me he decidido a escribir este post. Que este sea el blog de un libro no significa que no se pueda hablar con quienes aún no lo han leído 😉
Muchos de los que me seguís por aquí, me preguntáis por remakes de marca. Es frecuente los que tenéis empresa con una imagen de hace algún tiempo, queréis cambiarla y me consultáis. Y también es frecuente hacer el remake como hace años, en lugar de como debe hacerlo una empresa hoy.
El que tiene un almacén eléctrico, usa una bombilla como logo. El que tiene una librería un libro, una frutería una manzana… Seguimos centrando la imagen de la empresa en el producto y no es en este, sino en el cliente en quien hay que centrarla.
El logo es un elemento visual importante de la experiencia corporativa, por tanto su fin no es informar sobre lo que vendo, sino hacer llegar al cliente lo que va a sentir si se convierte en cliente mío. O que represente lo que ya siente si lo es.
Si eres cerrajero no es imprescindible que uses una llave como logo. Además seguramente todos tus competidores usan el mismo símbolo, con lo cual contribuyes sin quererlo a que piensen que eres uno más. Cuando todo es igual, solo te diferencia el precio y entonces los clientes te aprietan el margen porque de ti no valoran otra cosa.
Antes de pensar en un remake de tu imagen, antes de ponerte en contacto con la empresa que te va a hacer el diseño, piensa qué quieres decirle a tus clientes. Qué quieres hacerles sentir. Eso es algo que tienes que decidir tú, no el diseñador. Cuando contactes con él díselo. El profesional del diseño gráfico no hace más que plasmar en imágenes lo que tú le digas que necesitas comunicar. Tú eres quien tiene que decidir qué comunicar.