Hoy sí es la jornada de reflexión
No, no hablaré de política. Pero el hecho de que hoy sea «el día después» hace que tenga en mente una mala costumbre suele haber en las empresas, especialmente en las Pymes.
Salga bien o salga mal lo que quiera que hayamos organizado, el día después pasa sin pena ni gloria. Si sale bien es el día para disfrutar. Si sale mal es el día para empezar a olvidar y seguir adelante. Cuando lo verdaderamente útil sería que fuese el día de analizar todo. Si sale bien, por qué ha salido bien (para poder volver a repetirlo) y sobre todo qué puede salir mejor. Si sale mal para analizar en qué hemos fallado y que salga bien a partir de ahí.
Dentro de los déficit que tenemos en las Pymes españolas, uno de ellos es el déficit de análisis a posteriori. No nos paramos a hacer balance prácticamente de nada. Y eso hace que repitamos errores. Eso hace que hagamos las cosas bien, pero no cada vez mejor.
¿Cuál es el día del año reservado para analizar la marcha de la empresa? Normalmente, ninguno. Aunque la respuesta más habitual a esta pregunta es que el análisis es continuo. Pero no es cierto. Nos limitamos a corregir grandes errores y poco más. No nos paramos y eso hace que haya una serie de circunstancias que se repiten una y otra vez sin que haya una solución.