Piensa en grande, hazlo pequeño
Hace unos días me hacían una pregunta desde el formulario de contacto de esta web, una que me hacen mucho en talleres y conferencias, por eso he decidido hacer un post con ella.
Me preguntaban, cuál es la mejor manera de aromatizar una estancia corporativa. En el mercado hay muchos sistemas para liberar aromas, ¿Cuál es el más adecuado?
Para responder a esta pregunta, aplicaré algo válido para muchas otras. Es «piensa en grande, luego hazlo pequeño». En lugar de pensar cuál es la mejor forma de aromatizar una pequeña estancia corporativa, pensemos en cómo aromatizar una muy grande. A nadie se le ocurre aromatizar una gran superficie, el supermercado de un centro comercial, por ejemplo, con barritas impregnadas en esencia, ni con bolitas ni nada parecido.
Para una superficie así, necesitaremos unos potentes difusores, que de forma autónoma estén continuamente liberando el ambientador. Si no es imposible. Esa es la idea en grande, ahora hagámosla pequeña.
Si adaptamos esos potentes aromatizadores a una estancia de veinte metros cuadrados, lo que tenemos es un pequeño difusor eléctrico. No un spray, ni una vela, un difusor eléctrico. Esa es la respuesta a la pregunta. Piensa en grande, luego hazlo pequeño.