Cómo fijar precios, sin fijarlos
Uno de los gigantes de la alimentación de nuestro país, Mercadona, ha decidido poner en marcha un nuevo sistema de precios que irá variando a lo largo del día.
Ahora mismo, el gigante valenciano, va bajando los productos frescos del día conforme avanza la jornada para evitar tirarlos. Lo que hace que muchos clientes esperen al final del día para comprarlos. Práctica, además, que devalúa el producto, pues hay muchos clientes que perciben que está muy barato porque es para tirarlo.
La nueva idea es ir cambiando los precios en cada tienda, en diferentes momentos del día en función de la demanda y del propio producto. Así, de este modo, pretenden atraer a clientes a lo largo de la jornada con lo que han llamado ofertas flexibles.
Cuando pensamos en precios, normalmente lo hacemos haciendo una tarifa o aplicando un margen al producto y a lo sumo, si se puede, hacemos alguna oferta puntual en determinadas épocas. De este modo el cliente tiene una percepción de que el producto es caro o barato que se prolonga en el tiempo. Con el sistema de precios flexible, aunque parezca lo contrario, lo que se hace es que el precio no sea el protagonista, para dar valor a la experiencia corporativa (que, por cierto, cuida muchísimo la compañía valenciana).
El cliente no conoce el importe hasta que no llega a la tienda, pero sabe que siempre hay ofertas puntuales. Por lo que no viene atraído por un precio concreto, sino por el sistema de precios. Es decir, el cliente deja de venir por precios bajos para venir por un sistema de precios que hace que permanentemente tenga algún producto en promoción, pero este deja de ser siempre el mismo para convertirse en el que más interesa a la empresa en cada momento. Como lo importante ya no es que los plátanos, por ejemplo, estén baratos sino que pueden estarlo, el precio cede protagonismo a la experiencia corporativa, integrándose el sistema de precios en la propia experiencia, en lo que siente y percibe el cliente.
Muchos éxitos para Mercadona y su nueva estrategia, que ya ha sido probada con éxito en varios supermercados «piloto» en Valencia.