El nombre debe identificar y evocar
El nombre es una parte esencial de la marca. No solo para no cometer los errores de las empresas que comento en el caso 4.1 del libro, sino porque cuando la marca es nueva es lo primero que usa tu cliente para saber a qué te dedicas.
Nuestro cerebro es comparativo. Cuando ve algo nuevo busca qué hay parecido o igual en su «base de datos» para saber qué es eso nuevo. A lo mejor no lo ha visto nunca, pero sabe que es similar a otra cosa y de ahí deduce su utilidad. Todo esto solo con ver algo nuevo, sin ni siquiera haberlo usado.
Cuando nuestro cerebro ve el nombre de una marca nueva, igualmente, busca en su base de datos qué palabras hay similares para tratar de saber de qué se trata.
Un nombre de marca que ayude a evocar los valores de la misma hará que construir el resto de la experiencia corporativa sea mucho más sencillo.
El nombre, por tanto, no debe referirse solo al producto o servicio que se comercializa. Debe evocar los valores de la experiencia corporativa.