La extinción del Dinosaurio de la Pyme

En este mismo blog y también en Neuropymes (libro), lo hemos hablado muchas veces. Para hacer vivir, para que el cliente experimente, sienta, nada mejor como hacerlo a través de personas.

Tenemos a nuestra disposición cinco sentidos y un montón de herramientas. Podemos decorar salas de ventas en función de lo que queramos hacerle sentir al cliente. Podemos añadirle música, aromas. Podemos tener una imagen fantástica que cuando el cliente la vea automáticamente «recuerde» sensaciones, sienta… Pero si en el momento en el que se acerca a uno de los miembros de la empresa, lo que esta le transmite con su forma de hablar, estar y de tratarle no va en línea a todo lo anterior, se va todo por el sumidero.

Cuando decimos que toda la empresa debe girar en torno a lo que queremos hacer sentir, nos referimos también a las personas. Es muy frecuente en empresas grandes que Marketing y Recursos Humanos vayan cada uno por su lado. En las no tan grandes, esta separación suele ser todavía mayor, aún cuando la misma o las mismas personas, son las encargadas de ambas tareas. Si queremos hacer sentir no vale solo con colores, aromas, sonido y demás. Eso solo completa la función que hacen las personas (todas las personas, no solo las que se encargan de la atención al cliente).

Y claro, todo esto está muy bien… Pero, cómo hacemos para llevar esto a la realidad cuando en la mayoría de las empresas cuando llega gente con ganas y que conoce la manera de orientarse al cliente de las empresas del siglo XXI, se topa con que al frente de esas empresas hay «Dinosaurios» que han mantenido vivas sus empresas más por inercia que por buen hacer. Esta es la pregunta que me hacen llegar los chicos del Master de Gestión del Talento.

Hay directivos en pymes que por su forma de ser ni hacen ni dejan hacer y así no hay proyección de nada que valga. Y aquí es donde «Recursos Humanos» es una pieza fundamental. Lo entrecomillo porque lo más normal en empresas pequeñas es que no haya departamentos, sino personas que hacen de todo.

No tiene ningún sentido hablar de plan de carrera, de motivación, de ambiente de trabajo para todo aquel que se incorpora a la empresa, si ese mismo trabajo antes no lo hacemos con «los Dinosaurios». ¿Fácil? No, nadie dijo que lo fuese. Pero imprescindible antes de otra cosa. Y si después de trabajarlo, después de intentarlo y toparnos con el muro, no hay manera ni forma… A veces una retirada a tiempo es una victoria.

Contra la inmovilidad jurásica, motivación contemporánea. Y si el Triceratops se resiste, lo mejor es recordar que las condiciones climáticas le son adversas y por su propia naturaleza se terminará extinguiendo.

Muchas gracias chicos por la consulta que han abierto un hilo que creo que es muy interesante y que nos seguirá dando para muchos posts, este solo es el primero 😉

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