Carolina, lectora de El Cliente no siempre tiene la razón, me hace una consulta interesante desde Valladolid, que me gustaría compartir con vosotros.

Tiene una tienda de ropa, orientada chicas jóvenes, entre 20 y 30 años. Los maniquíes que tiene en el escaparate son los clásicos blancos «sin rostro». Me pregunta mi opinión acerca de ellos para plantearse cambiarlos cara a la próxima temporada.

Si como bien me dices, con tu experiencia corporativa, lo que quieres evocar es desenfreno, frescura y originalidad, no estaría nada mal cambiar esos maniquíes por otros más acordes. O cambiarlos o «customizarlos» como diría un informático. Si tu valor principal es la originalidad, quizá deberías tener unos maniquíes originales que nadie tenga. Y la mejor manera de tenerlos (y la más barata) es hacerlos tú. Puedes tomar esos como base y echarle un poco de imaginación. Seguro que son más que originales.

El escaparate es un elemento muy importante en la experiencia corporativa de tu negocio y no es suficiente con que la ropa que pongas sea acorde a lo que quieres evocar, todo el escaparate debe ir en esa línea. Tanto los maniquíes, como la ropa como el escaparatismo deben ser como tu experiencia corporativa dispone.