Objetivos personales y profesionales en la Pyme

Cuando se trata de grandes empresas y se habla de marcar objetivos y trazar un plan para conseguirlo, en estos casos solo se tiene en cuenta los recursos disponibles en la propia empresa y el mercado para lograrlos.

Pero claro, cuando se trata de una Pyme la cosa cambia. La mayoría son «P» y no «mes». Empresas en las que el empresario a menudo ha sido también el emprendedor y en las que los objetivos personales y los de la empresa no es que lleven caminos paralelos, es que es el mismo.

Muchos sostienen que se deben separar los objetivos personales de los profesionales. De tal modo que si este año queremos crecer un 2% se haga teniendo en cuenta solo la realidad de la empresa y el mercado donde está. En una pequeña empresa eso es una utopía.

Un nuevo bebé que viene al mundo, un cambio de trabajo de la pareja del emprendedor o emprendedora, son dos de los muchos aspectos personales que seguro influirán en la trayectoria de la empresa.

Está bien marcar objetivos ilusionantes, yo soy el primero que lo defiende. Pero también realistas. Y en la realidad del pequeño empresario está su vida personal. No se trata de anteponer una a la otra. Sino de marcar objetivos teniendo en cuenta ambas realidades, o mejor dicho, ambos aspectos de la misma realidad.

Un propietario de pequeña empresa no se puede permitir el lujo de separar vida personal y profesional, porque no existen dos vidas, sino una. Y todo lo de una afecta a la otra. Se puede separar el agua del aceite, pero no el agua del agua. Hay que marcar objetivos personales y profesionales, teniendo en cuenta que no vivimos dos vidas, sino una. Ten esto en cuenta al marcar los objetivos de tu plan de experiencia corporativa.

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