
Sigue siendo frecuente hablar con personas que habitualmente atienden al público ya sea en tiendas, como por teléfono o a través de redes sociales o correo electrónico, y que todas ellas coinciden en que no entienden cómo el cliente puede estar tan enfadado por algo que no parece tan importante.
Desde el punto de vista de la empresa los errores nunca son tan graves. Por que los fallos son uno más, uno que hay que solucionar...