Una mascota es un miembro más de la familia. Por ello, muchos propietarios de mascota se sienten mal dándole pienso para comer. Nadie le daría a un hijo ese tipo de comida y, pese a ser la indicada para ellos, muchos propietarios de mascotas prefieren cocinar para ellos.

Muy bien, por parte de muchos veterinarios estadounidenses. Llevaban años haciendo campaña en contra de esto y a favor de los piensos. Algo que era ignorado por la mayoría de los clientes que ejercían esta práctica. Es muy complicado luchar contra sentimientos y mucho más contra lo que sentimos hacia miembros de nuestra familia.

Así que, en lugar de luchar, han decidido unirse, como el refrán. Han creado talleres de cocina para mascotas, con recetas que sí son adecuadas para ellos haciendo talleres específicos para cada animal y raza.

Talleres que les han ayudado a conseguir clientes. Propietarios de mascotas que han cambiado de veterinario solo porque el nuevo le dice cómo «guisarle» de forma sana a la mascota.

En las luchas encarnizadas que muchos profesionales tienen contra determinadas malas prácticas, muchas veces hay una oportunidad de negocio si se sabe ver desde los ojos del cliente. No hay cosa que satisfaga más a nuestros clientes que decirles cómo hacer bien algo que ya les encanta hacer.