El aroma a pescado ¿Puede ser corporativo?

¿Qué ocurre cuando tu negocio es una pescadería? ¿Cómo tapar el olor del pescado? Esa es la consulta que me hace José Luis desde Sevilla.

Pues bien, amigo, hay muchas formas de hacerlo. Puedes aumentar la distancia entre el pescado y la cara de los clientes, elevando el suelo o bajando el mostrador. A la par que colocas un ambientador. Hay otras posibilidades, como regar continuamente el género, pero sin duda yo optaría por no camuflarlo.

Tu negocio tiene un aroma característico, es ese. No tienes que buscar uno. No es desagradable, salvo que el pescado esté en mal estado, que no es tu caso. Las compras que se hacen en tu establecimiento son rápidas, tu cliente no permanece horas dentro. Así que no es uno de esos aromas «que se llevarán puesto tus compradores».

Realzarlo te ayudará a potenciar el concepto «pescado fresco» que quieres transmitir, también con el resto de la experiencia. Si te fijas, grandes superficies de proximidad, como Mercadona, por ejemplo, ya no intentan camuflar ese aroma en su zona de pescadería. Es por eso, para comunicar a sus clientes que el pescado es fresco. La nariz es una de las herramientas que los clientes usamos para ver si un alimento está o no en mal estado. Camuflar ese olor, hará que tus clientes no relacionen tu producto con lo que realmente es: fresco. Si lo haces taparás parte de lo que consigues levantándote a las cinco de la madrugada todos los días 😉

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