El «arte» de iluminar
La luz. Imprescindible en nuestras vidas. Imprescindible en la venta y, muchas veces, la gran olvidada de los puntos de venta.
Da igual qué tipo de estancia corporativa sea la tuya. No importa si es una sala de ventas o una oficina. La iluminación es esencial.
Hace tiempo que sabemos de la importancia de la luz natural, la del Astro Rey. Sin embargo, parece que se nos olvida cuando pensamos en nuestra tienda. El ser humano se siente mejor en condiciones naturales. Por muy buena que sea la iluminación, nada como la luz del Sol para que tu cliente se sienta a gusto. ¿Por qué te empeñas en que los escaparates la acaparen toda para ellos? Es importante mostrar a quien pase lo que vendes, pero aún más importante es dejar pasar la luz natural al interior.
Claro, que también hay horas de noche y días de poca luz. La luz artificial debe tener dos usos diferentes, por tanto debes tener dos tipos de iluminación en tu empresa.
El primero de los usos es hacer que llegue donde la luz natural no llega. Pero haciendo que la vista se centre en aquellas zonas de la tienda que a tí te interesan. La zona donde están tus productos estrella debe estar iluminada de forma diferente. Con una luz cuyo haz se centre en lo que te interesa destacar. Esta luz debe estar encendida siempre. De día y de noche. Con lo que debes usar lámparas de bajo consumo para ahorrar costes.
El segundo de los usos de la iluminación artificial, es sustituir al Sol cuando este no está. Es decir de noche o los días nublados. Esta segunda iluminación solo se encenderá en las condiciones que he mencionado anteriormente y a la vez que la anterior. Nunca debe sustituirla.
Si tu estancia corporativa es una oficina, también debes tener ambos tipos de iluminación. Lo único que la primera, en lugar de estar centrada en una zona o unos artículos, estará pensada para hacer más agradable y cómodo el puesto de trabajo. No debes usarla para iluminar especialmente el logo si no atiendes clientes ahí. El personal de tu empresa ya lo está viendo permanente en todos los medios electrónicos, documentos y sellos. No seas pesado. Busca, en todo caso, destacar elementos de la decoración que evoquen los valores de la experiencia corporativa.